Hoy, tango en mis oídos

sábado, julio 22

Manos firmes. Dedos que van y vienen con total devoción. Piernas que no frenan el compás, lo siente al tango, lo vive porque lo noto en su rostro...El tango y él se hablan, yo lo vi...



Me preparo un café, la tarde se está yendo ya, en eso siento el sonido de una música detrás mío. Me doy vuelta de golpe. Nada. Pucha pero yo escuché algo. Voy a buscarme la taza y otra vez escucho una música. Me quedo quieta en el mismo lugar a ver si vuelvo a escuchar ese sonido. Y no, no vuelve. Me voy a la ventana a observar si todavía llovizna y cuando estoy cerrando la persiana ahí está otra vez. Seré yo sola que lo escuho? Yo estoy oyendo un bandoneón...No es otra clase de sonido, eso es un bandoneón. Y me hablo como dándome la razón. Ahí está de nuevo! Sí pero, dé dónde viene? Quién estará tocando?-digo-. Porque en mi cuadra no hay nadie que suela tocar ese instrumento, si acá la mayoría sólo escucha música afro y quebecoise. No puede ser, me habrá parecido. Pero me quedé pensando un largo rato...
Me acordé enseguida cuando iba a las tanguerías con amigos a escuchar cantar y recitar a los que solían reunirse a zapar, esos bohemios impregnados de barrio, de milonga y 2 x 4.
Una vez me dijo un viejo: "piba, te animás a pedirte un tanguito?", le dije: "cómo no, hay uno que me gusta mucho...", "decime cuál y le digo al purrete que lo toque", "Pasional..."- le dije-.
Hace unos meses atrás hice un post referente a ese tango, publiqué su letra también. Ese, como muchos otros más me llenan el alma, se apoderan de mi corazón y lo envuelven de un encanto que es difícil explicar. Escucho un tango y viajo, más si es solo por un bandoneón. Me embriaga tanto que pierdo la noción de dónde estoy, una nota es una caricia, un beso, un recuerdo. Es el olor al empedrado de las viejas calles de Buenos Aires, es la vieja barriendo en la esquina a las 6 de la mañana, el que abre el puesto de diarios, el cafetero ambulante y sus termos de colores, el florista regando las rosas, la panadería abriendo re temprano y ese aroma a pan recién hecho que te abre el apetito, en el café de la esquina el mozo que te atiende con la servilleta colgada del brazo y el sobresito de azúcar que siempre tiene en el bolsillo de atrás, por si le pedís más.
Para mí el bandoneón es para hombres, por eso no me termina de convencer si veo tocar a una mujer, no sería lo mismo, como que el hombre ya lo sabe llevar, lo seduce, lo embruja, lo siente, sabe por dónde sujetarlo, y sabe lo que él quiere. Digamos que así lo hace también con una mujer.
Yo prefiero que las mujeres disfrutemos escuchando, deseando ser aquella de la que habla un tango, sentir palpitar el redoble en el pecho, sentir que el aire es escaso en el ambiente, y en un suspiro una nota que te desarma de un tirón. Y te afloja hasta las medias.
Adiós Nonino es otro de mis preferidos, ese tango para mí, en guitarra es mañana, es tibieza, arte, sol escondido entre los árboles,pegando una recorrida por las plazas en invierno.
En cambio siento que en bandoneón es ciudad, cines repletos, confiterías, edificios altos y a su vez fachadas de casas viejas, adoquín, pibe en la esquina jugando con una pelota, el taxista, el tipo sentado en un bar, los bondis repletos llevando a la gente a sus trabajos.
Que no se te caiga un lagrimón ahora, dale escuchá conmigo unos tanguitos.
Pero la pucha, afuera ya se hizo de noche.


11 comentarios:

Gabriela dijo...

Mientras vos dormías me pareció escuchar un bandoneón, fue muy real.
Todavía no sé si allá afuera había alguien tocando o fue sólo una ilusión mía.
Pero la ilusión hizo que me sentara a escribir, salió bueno sí.
Gracias cosita

Anónimo dijo...

Gaby, ya te dije que me encanta como escribís, y te empeñás en seguir demostrándolo.
Una de mis grandes sorpresas cuando llegué a Italia, fue encontrarme con que Astor Piazzolla era toda una institución. Recuerdo que en un programa de tv de preguntas y respuestas, preguntaron sobre él. Decían que el bandoneón era un invento italiano, pero el que mejor lo tocó en el mundo fue Piazzolla.
Mientras estuve allá, durante años, había una publicidad de una bebida (Amaro Montenegro) con Libertango como música. Lamentablemente, la busqué en YouTube y no la encontré.

Gracias Gaby.

Gabriela dijo...

El que inventó el bandoneón fue un alemán llamado Heinrich Band, que cuando viajó a Argentina por allá en el 1900, jamás se iba a suponer que terminaría siendo el símbolo porteño.
Gracias por venir Pato, y seguí buscando en youtube esa publicidad porque yo también la quiero ver :)

Anónimo dijo...

Gabu!!
Que lindo que escribis no lo dejes de hacer, me emociono todo lo que me hiciste recordar de Buenos Aires, esa ciudad tan linda y alegre,Que lindo tangazo Adios Nonino se te pone la piel de ggallina al escucharlo.Gracias por el amor que le tenes al tango, eso ya lo sabia de vos.

Amperio dijo...

Mire lo que es la casualidad, Gaby. Ambos andábamos posteando de bandoneones casi al mismo tiempo.
Leí su post y, milagro mediante, sin recurrir al emepetrés seguía sonando un fueye que -escapado de su prosa- me llevó a mi infancia y a volver a mirar mi barrio con ojos de purrete.

Le mando un beso peronista si es que deja de empeñarse en hacerme lagrimear, compañera.

Gabriela dijo...

Pero qué milagro de verlo por acá...(frase robada de doña Florinda)
Mire Amperio, si a usted casi se le pianta un lagrimón, imagínese yo que estoy lejos entonces, hasta las medias se me piantan.
Ya estoy cruzando el charco para ver las "nius" que tiene a cerca de tan prometido post.
Mis saludos a la muchachada peronista.

Anónimo dijo...

Hola Gaby, la verdad hermoso lo que sentis, tenes una manera de escribir tan natural tan llena de vida y dulzura.Me emocionaste mujer.

AL-JAZERRA dijo...

muy bueno tu blog, y agrada lo del tango en la gente joven, yo expongo en estos dias aca en bs as sobre ese tema si queres ver algo en mi blog hay dibujos, pero lo que hago son lacas sobre madera, un saludo alejandro,

LauRa G. BaRea dijo...

wooowww Gab!!! tu si que puedes hacer aflorar emociones en un corazón duro.
Los buenos escritores como tú, más que escribir para que otros lean, escriben para que otros sientan, y eso es lo que haz logrado.
Ese tango que haz puesto, no sé ni como explicar lo que me hizo sentir, se me puso la piel de gallina y me llegó la melancolía, y eso que no soy Argentina, pero me hiciste sentir que lo era por un momento...hasta pude imaginarme las cosas que describías de Buenos Aires.

Gracias, muchas gracias por regalarnos este post Gab!!! ;)

Saludos con mucho cariño!! :D

Antona dijo...

Al final no me enteré,era nostalgia o el cafe contenia alucinogenos?? jajaja. buena semana,amiga porteña
salu2

Gabriela dijo...

Lau, tus palabras me hicieron emocionar mi querida, me gustó muchísimo que por un momento la música te haya vuelto argentina, eso quiere decir que te internaste en la melodía y te dejaste llevar.
Me alegro de verdad que lo hayas disfrutado.
Y gracias a vos por esas hermosas palabras amiga.

Anto, jaja, claro, al final no lo expliqué, había alguien tocando, sí,y después no lo escuché más, me quedé con la duda si era alguien tocando en una casa o escuchando un disco.