En Montréal tienen la costumbre de enganchar con cadenitas los tachos de basura a los bancos de los parques...
Quizás se habrá escapado alguno, quién sabe...
Más verde, más parque, es muy grande este lugar, es uno de los pulmones de Montréal, aquí hay bici-sendas donde también vienen los que andan en rollers y sendas para los que desean caminar o hacer ejecicio corriendo...
Todavía no se ven los árboles frondozos, pero es impresionante después de verlos tantos meses pelados por el frío invierno que salgan sus brotes con tanta fuerza.
Este día no había mucha gente, entrando al mes de julio con pleno calor se llena.
Les presento a mi fiel compañera "Tiara", junto a mi mochila, la máquina de fotos y la botella de agua somos un equipo feliz... :)
Siento mucha pena que a Martín le hayan robado su bici del mismo modelo pero más grande, justo en la puerta de casa. Igual pronto se comprará otra. Tomen pescados.
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